El oráculo
La fe implícita que los antiguos griegos, romanos y egipcios depositaban en los oráculos de sus dioses puede apreciarse cuando advertimos que, desde la declaración de una guerra hasta la venta de una vaca, no se llevaba a cabo ninguna transacción sin el consejo y la aprobación de los oráculos.Dos pobres campesinos que desean saber si el gran Júpiter sonreirá de manera auspiciosa ante la compra de un cordero y una oveja consultan con el oráculo y este les obliga a situarse frente al espejo sagrado y les contesta:"¡Se reproducirán, hasta que los corderos multiplicados por las ovejas den un producto que, reflejado en el sagrado espejo, muestre el número del rebaño completo!".¿Cuantas ovejas y corderos llegarán a poseer los campesinos?
1 comentario:
mmm creo que lo se...
aunque no lo tengo claro, jejeje
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