sábado, 23 de junio de 2007

El oráculo


La fe implícita que los antiguos griegos, romanos y egipcios depositaban en los oráculos de sus dioses puede apreciarse cuando advertimos que, desde la declaración de una guerra hasta la venta de una vaca, no se llevaba a cabo ninguna transacción sin el consejo y la aprobación de los oráculos.Dos pobres campesinos que desean saber si el gran Júpiter sonreirá de manera auspiciosa ante la compra de un cordero y una oveja consultan con el oráculo y este les obliga a situarse frente al espejo sagrado y les contesta:"¡Se reproducirán, hasta que los corderos multiplicados por las ovejas den un producto que, reflejado en el sagrado espejo, muestre el número del rebaño completo!".¿Cuantas ovejas y corderos llegarán a poseer los campesinos?

1 comentario:

Anónimo dijo...

mmm creo que lo se...
aunque no lo tengo claro, jejeje